Antes de dormirse Franklin se levantó, buscó en su botiquín de primeros auxilios, un relajante muscular, una inyectadora y preparó el medicamento, se acercó y muy romántico le dice:

—” Mi amor dame tu nalguitas, ponte boca abajo, es más cómodo para ti." —

Carolina se acomoda rápido y espera que le diga que más debe hacer, no sintió cuando le pincho en la nalga con la aguja, le dice:

—”Ya te puse un relajante muscular, mañana estará bien, vamos a dormir y deja que tu gatita golosa descanse." —

Carolina le dice poniendo carita triste:

—”Pensé que me ibas a seguir dando gusto, pero no me dijo que me ibas a pinchar con una aguja, si sabes que no me gustan las aguas." —

—”Mi amor si ni cuenta te diste, además es por tu bien, no quieres ir para la playa mañana, seguro todos van a estar allá reunidos.”—

—”Si mi amor, quiero ir para la playa, tengo tiempo que no voy, tiene razón mañana estaré bien." —

—” Mi amor entonces a dormir, mañana nos vamos después del desayuno." —

Se acostó a su lado,