”Oye, cariño. ¡Vamos a comer! Tengo mucha hambre”, Samantha se volteó, viendo a su esposo encontrandola en la cocina.
Ethan y Samantha hicieron que todas las criadas y el resto del personal se tomaran una semana libre, dejando solo a su equipo de seguridad para que permanecieran de guardia en la puerta.
Durante los últimos dos días, ellos recibieron comida a domicilio en su mayoría o a veces, cocinaban ellos mismos.
Después de haber hecho el amor varias veces el día anterior, Samantha tenía hambre a las tres de la mañana. Ella no tuvo el corazón para despertar a su esposo y así, lo dejó durmiendo hasta altas horas de la madrugada.
A pesar de caminar con dificultad, ella se dirigió a la cocina para preparar un desayuno muy temprano.
Aliviado de encontrar a su esposa, Ethan envolvió sus brazos alrededor de su cintura. La besó en la mejilla y le recordó: “¿Qué dije acerca de no dejarme solo en cama?”.
Recibiendo otro beso, Samantha se rio en silencio y se volteó hacia su esposo. Ell