- ¿Qué te pasa primito? ¿Por qué te has quedado sin habla?
Preguntó Leonardo con sarcasmo al ver que su primo se ha quedado paralizado y hasta el color en su rostro se ha ído.
- Túu, no esto no es cierto verdad. Tu estás muerto, no trates de asustarme al presentarte frente a mí de esa forma. Tu solo eres un fantasma, alejate de mi oficina y de mi empresa.-
Pedía el joven Daniel mientras hablaba con la voz temblorosa y sentía que no se podía poner de pie porque sus piernas le temblaban como gelatina.
Todo su cuerpo tiembla y lo hace aún más cuando Leonardo se va acercando hasta él y con una sonrisa de burla o de triunfo marcada en su rostro.
- ¿Creíste que habías ganado verdad primito?
Pero mira, lamento que tenga que darte la noticia yo mismo de que te equivocaste, porque aquí estoy vivito y coliando en t