- Vamos papá, vaya a abrir usted la puerta. Debe de ser alguno de sus amigos.
Le dije a mi padre, y entonces él se levantó del sofá y yo me fui detrás de él porque no me quería perder su reacción al ver a la persona que estaba tras la puerta.
- Buenas tardes.
¿Es aqui donde vive el señor Juan Carlos Lozano?
-Claro que sí joven, soy yo mismo.
Respondió mi padre y al parecer aún no le caído el veinte de quien se trata el hombre que está de pie frente a él.
- ¿Me necesita para algo?
Preguntó mi padre, pero a la vez se le quedaba viendo de una forma rara al hombre como si mediante su voz le reconociera o le recordara a la voz de alguien de su pasado.
- Este campeón de campeones lo único que necesita es un abrazo suyo señor Juan Carlos Lozano.
Dijo mi hermano y como por arte de mag