- Te estás escuchando mujer, es a mi propio primo a quién le estás prohibiendo la entrada a mi casa-.
Dijo Leonardo haciendo énfasis en la última frase.
- Yo sé que esta es tu casa, pero también yo vivo aquí y me sentiré incomoda si algún día él viene de visita, por favor compláceme en eso es lo único que te pido.
- Está bien corazón, mi primo nunca vendrá a nuestro hogar. Pero por lo menos cuéntame porque has tomado esa determinación tan rápido.
- Es sólo que estoy acostumbrada a convivir solamente contigo y no confío que entre otro hombre a esta casa.
- Está bien mi señora mandona-.
Dijo Leonardo con una sonrisa y continuaron arreglando la ropa que llevarán a su viaje.
El señor Miguel Bustamante cada vez está más contento al saber que su ni