I. El rumor convertido en tormenta

Las luces de la torre Cross permanecían encendidas aun de madrugada. En los pasillos reinaba un silencio que no era calma, sino tensión contenida. Nadie quería cruzar miradas demasiado largas, nadie quería pronunciar las palabras que todos sabían: algo se había filtrado, y esa fuga de información podía hundir al imperio de Cyrus.

Los titulares en la prensa eran demoledores. Los noticieros abrían con gráficas que mostraban contratos millonarios desviados, licitaciones manipuladas, y nombres de empresas satélite vinculadas al emporio. Todo perfectamente armado para dar la impresión de que Cross no era más que una maquinaria de corrupción disfrazada.

Cyrus observaba las pantallas en la sala de reuniones privada de su piso ejecutivo. Su mandíbula estaba tensa, y la copa de whisky en su mano apenas temblaba por la fuerza con la que la sostenía. Había enfrentado ataques antes, pero este… este t