Después de correr hasta saciar cada uno de los pozos de rabia que inundaban su interior, Declan llega con su forma humana al castillo, cada parte de su fibroso cuerpo tenía los músculos tensos y listos para romper cualquier cosa.

Aunque de forma inesperada es interceptado por el guerrero Alfa, Pedro.

— ¿Qué es lo que pasa? ¿Sucede algo?— Cuestiona Declan al mismo tiempo que intenta pasar a un lado de él, pero el guerrero Alfa Pedro vuelve a interferir en su pase.

Solo esa reacción altera la forma que Declan siente el ambiente rodeándolo.

— No… Alfa… tengo algo que debe ser entregado solamente en sus manos.— Responde el guerrero con una voz sumamente formal.

Sin embargo, extiende un pequeño papel en tono azul doblado de forma característica para mantener la información confidencial, que indicaba que pertenecía a alguien muy especial e importante.

— Alfa…— La voz llena de dudas de parte del guerrero detiene a Declan, pero en el momento en que su mirada y la de Pedro se conectaron,