Mundo ficciónIniciar sesiónEL SEÑOR:
Espero sentado en mi trono, a la espera de las investigaciones que ordené. El sirviente avanza despacio, adentrándose cada vez más en el interior de la tierra. Atraviesa el río de las penas y sigue hasta el de los lamentos; cierra sus oídos y sus ojos al pasar por el fuego candente que eleva las llamas rojas. Respira profundo y se concentra en atravesar a toda velocidad el río del olvido. Por último, se detiene un momento en el río del odio, como si se llenara de todo lo que siente.
Una sombra lo empuja hasta la entrada del palacio. Las puertas se abren y entra temeroso, llegando al salón del trono. Mi regia y espeluznante figura lo hace retroceder dos pasos, para luego arrodillarse con la cabeza abajo. —¿Y bien? —pregunto impaciente. —No estoy seguro, mi señor —contestó desde su posición. —&iq






