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Después de pasar algunos días en casa, intentando conquistar a Viviano, y fracasando como siempre, me tocó volver Londres, sabía que Viviano también había vuelto, así que iba a tener otra oportunidad más, pero ahora necesitaba hacer algo más trascendental, necesitaba vivir con él, tenía que demostrarle que yo era la mujer de su vida, y eso solo lo iba a a conseguir estando muy cerca, ya que no me había funcionado nada bien, estar a cierta distancia.Una idea estupenda cruzó mi cabeza, se que el no iba a decirle que no a mí hermano.Corrí a mi habitación, yo había visto a mi hermano guardar algunas herramientas en cajones dentro del baño de mi habitación.Busque entre las herramientas que habia dejado mi hermano en mi apartamento y saque una enorme llave, Sonreí satisfecha con mi plan maestro, uno que no iba a fallar.corri a la cocina y abrí las puertas de abajo del lavaplatos y empecé a golpear los tubos hasta que uno de ellos explotó.— ¡si! — Grite emocionada.Corri a mi habitación y busque el celular para llamar a mi hermano.— ¡Caesar, mi Cocina se está inundando! Me voy a ir al apartamento de Viviano — Le avisé.— Está bien, pero portate bien — Me dijo él.Yo sonreí ampliamente.colgué el celular y tome mis maletas, que ya las tenía listas desde hace mucho tiempo.Me detuve a mitad de mi habitación.Yo no podía llegar así de desastrosa a casa de Viviano, el tenia que verme perfecta.Fui al tocador y me maquille un poco, arregle mi cabello y me cambié de ropa, me puse algo sexy y escotado, iba a conquistarlo el día de hoy.Cuando estuve satisfecha con mi apariencia agarre mis maletas y salí de mi apartamento, ya le avisaré al encargado de los tubos de la cocina.***************Tenía un dolor de cabeza horrible, algo dentro de mi me decía que iba a pasar algo malo, era como un mal presentimiento.Le di un sorbo a mi cerveza, y después me metí un bocado de la comida que había pedido en mi restaurante favorito.La puerta sono un par de veces, yo arrugue el entrecejo y mire el reloj que tenia en la muñeca, eran las once de la noche, ¿acaso había pasado algo malo? yo deje de lado mi cerveza y fui a ver quién era, mire por la mirilla de la puerta y jure mentalmente.Allí estaba ese pequeño diablillo con una enorme sonrisa, ¿por qué se veía tan perfecta?¿y Que carajo hacia esa niña aquí?Volví a mirar por la mirilla, ese escote que tenía era muy peligroso.— ¡Viviano! se que estás en casa, abreme por favor — Grito ella.Yo puse los ojos en blanco y abrí la puerta, bárbara me miró y sonrió ampliamente.— ¿Que quieres? — Le pregunté de malas pulgas.— Voy a vivir contigo — Me informo.Yo parpadee varias veces tratando de asimilar sus palabras.— estás loca — Le dije y le cerré la puerta en las narices, me di la vuelta y emprendi mi viaje a la cocina para terminar de comer.La puerta volvio a sonar con más insistencia, me detuve y cerré los ojos con fuerza.— abreme o empezaré a gritar — Me amenazó.Yo respire profundo y abrí la puerta.Ella sonrió y se metió a mi apartamento de inmediato.Yo levanté la ceja al ver sus maletas.— No vas a vivir conmigo — Le dije.— Yo ya le dije a mi hermano y el estuvo de acuerdo — Me cruce de brazos y la mire de arriba a bajo.— Tu hermano no es dueño de mi apartamento, me importa una m****a lo que el te haya dicho —Le dije con rabia.— Pues no me voy a ir, mi apartamento se está inundando, y tú no puedes tirarme a la calle, así que quieras o no, vamos a vivir juntos — Me dijo ella sonriente.Saque el celular de mi bolsillo y le marque a Caesar.— Yo no voy a cuidar de tu hermana, ella es tu obligación, no la mia — Caesar empezó a reír.— Solo será hasta que su apartamento esté bien, cuidala por un par de dias, yo te lo sabré recompensar — Cerré los ojos con frustración, ¿por qué tenia que pedirme semejante cosa? Estaba metiendo a su pequeña hermanita en la casa del lobo.— Jodete Caesar — Le dije y le colgué.— Te dije que íbamos a vivir juntos — Me dijo ella mientras se acercaba a mi.— Alejate diablillo — Le advertí. Ella se detuvo y me miró de arriba a bajo.— ¿Tanto miedo me tienes? — Me preguntó.Yo desvíe la mirada, este pequeño diablillo me ponía de los nervios.— Si vamos a vivir juntos, tienes que acatar mis reglas, ahora deja de mirarme así — Ella hizo un puchero pero después asintio.— trae tus maletas — Le dije y emprendi el viaje a la que sería su habitación.— ¿Vamos a dormir juntos? — Me preguntó.Yo me detuve de golpe y la quedé mirando.— No, y ni se te ocurra entrar a mi habitación, esa es una de las reglas — Le advertí, pero para evitar algún incidente desde ahora cerraría mi puerta con seguro.— que amargado eres — Me dijo.Yo abrí la puerta de su habitación y entre.— El baño está alli — Le dije señalando la puerta.— No me molestes niña — Le advertí.Ella se sentó en la cama y me miró de una manera bastante caliente.— No te voy a molestar, no te preocupes, yo seré una muy buena niña — Deje de mirarla, mi traicionera p*lla palpito y eso era una mala señal.Viviano recuerda que ella es la hermanita de Caesar.— Te dejo, y no hagas mucho ruido — Salí de la habitación y cerré la puerta detrás de mi, necesitaba un baño con agua fría.Fui a mi habitación y entre al baño, me desnude por completo y me metí en la ducha, el agua fría se sintió horrible, pero necesitaba esto por el dia de hoy, apoye la mano en los azulejos de la ducha y me quedé así por un momento.— Viviano — Me llamo esa voz, yo cerré los ojos con fuerza, estaba tan malditamente frustrado.— ¿Te puedo pedir un favor? — Me pidió.Yo no me voltee, solo la mire sobre mi hombro.— Que te dije sobre entrar a mi habitación — Ella me se mordió el labio inferior mientras me miraba.— Es que no traje mi pijama, ¿tu me prestarás algo de tu ropa? — Iba a terminar loco con ella aquí.— Toma lo que quieras, ¡pero sal del baño! — Ella me dió una última mirada y salió del baño.Yo le di un cabezazo al azulejo y después maldije.Cerré la regadera y me enrolle la toalla en la cintura y salí del baño.Bárbara estaba en mi cama vestida con una de mis camisas, un par de botones estaban abiertos, dejando ver un poco de su escote.— Estás tentando la suerte, te dije que no te quería en mi habitación —Ella se inclino un poco, apretando su pecho con los brazos, haciendo que su escote se viera más.— Es que no me gusta dormir sola, ¿de verdad no puedo dormir aquí? Te juro que no me movere —Yo me rei.— Se lo que quieres diablillo y la respuesta es no, ahora sal de mi cama y de mi habitación — Y de mis pensamientos.— No se a lo que te refieres, yo solo tengo miedo — Me dijo de mal humor.— ¿A que? — Le pregunté.Ella se bajó de la cama y camino a mi, se veía como un gato tratando de cazar a su presa.— A los fantasmas, te prometo que no haré nada malo — Yo me acerque a ella, me incline un poco, enfrentandola, mi rostro estaba a centímetros al de ella.— Sal de mi habitación — Le dije lentamente.Me aparte de ella y camine a la puerta de mi habitación abriendola.— ¡Porque eres así! — Se quejo.— No lo voy a repetir otra vez, ¡ahora sal! — Ella hizo un puchero de disgusto y camino hasta la puerta.— ¡Te odio! — Me grito.— Dios quiera que sea así, ahora sal, que quiero dormir — Ella se cruzó de brazos y me quedo mirando.— ¡Husky! — Me dijo con desprecio.— Diablillo — Le dije.— ¿De verdad quieres que salga? — me preguntó.Yo la empuje fuera y cerré la puerta.Ella empezó a gritar y despotricar.— Has silencio o te sacare de mi apartamento — La amenace, ella le dió un golpe fuerte a la puerta.— Te odio, te odio, ¡TE ODIO! — me grito.¡Joder! vivir con ella iba a ser un verdadero infierno.Fui a mi cama y me senté, mire mi p*lla que estaba bastante dura yo respire profundo.— Lo que me faltaba, calentarme por una niña — Me acosté en la cama y mire al techo, baje lentamente mi mano hasta mi despierto amigo.— Caesar perdóname por lo que haré — aparte la toalla que envolvía mi cadera.— Se que me voy a ir al infierno por esto, pero es hacerlo o terminar atacando a esa niña —Cerré los ojos y sucumbí a mis bajas pasiones.