CAPITULO 3 ES MI ESPOSA

En otro hospital, Alba seguía en cirugía, Mario y Diana estaban a fuera del quirófano esperando noticias, pero ya había pasado demasiado tiempo.

Diana preguntó. “¿Porque no hay noticias Mario, porque no salen?, estoy muy preocupada”.

“Cálmate Diana, pronto saldrá mi tío, es un muy buen doctor y la salvara”. Le decía mientras la abrazaba consolándola.

“Ella ha sufrido mucho, su bebe… podría perder a su bebe”. Diana decía con lágrimas.

Mario miro a Diana triste. “Fue una larga caída, puede que él bebe no se salve”.

“Ella debe vivir, es una buena mujer, ¿Porque le paso todo esto?, ella era feliz con su familia.” Diana sollozaba. “Mariana y Damián eran su adoración y este bebe lo esperaban con tanto gozo, ahora todo está mal”.

Mario seguía abrazando a su novia.

Alba y Mario eran amigos desde la secundaria, eran como hermanos. En la secundaria conocieron a Diana y desde ahí los tres fueron inseparables, Mario se le declaro a Diana en la graduación de secundaria y por años son una pareja que se ama.

Se escucharon pasos de gente acercándose, era Damián y su asistente seguido de sus guardaespaldas.

“¿Dónde está ella?, ¿Por qué se la llevaron?”. Damián estaba furioso.

Mario alejo a Diana y se paró frente a Damián. “Ella está en el quirófano luchando por su vida será mejor que te vayas”.

“¡Es mi esposa, puedo quedarme lo que yo quiera!”. Damián le gritó.

Mario se puso frente a él. “Guarda silencio porque este es un hospital y tú ya no eres nada de Alba, recuerda que la hiciste firmar los papeles de divorcio”.

El doctor salió del quirófano, vio a todas las personas que estaban en el pasillo esperando, noto a su sobrino y a Damián, Diana se acercó al él y preguntó. “¿Cómo esta Alba doctor?”.

“Ella está grave, tiene un brazo y las piernas rotas, laceraciones en todos el cuerpo y un fuerte golpe en la cabeza, esto afectara su cerebro, pero no sabemos hasta qué grado, Esta completamente sedada hasta mañana, debemos esperar 24 horas a que ella reaccione, si es que lo hace”. Diana se cubrió la boca con la mano y empezó a llorar, Mario se acercó a ella para consolarla.

“Él bebe… ¿Cómo está?”. Pregunto Damián.

El doctor lo observo por un momento y negó con la cabeza.

Damián se quedó estático, Alba perdió él bebe y estaba entre la vida y la muerte, esto no era lo que él quería, esto no debía pasar.

Mario observo al doctor y asintió, el doctor hizo lo mismo. “Deberían ir descansar ella no despertara hasta mañana”.

Héctor el asistente de Damián lo saco del lugar, tenía una mirada completamente perdida, Mario espero a que salieran para ir a la oficina del doctor. Al entrar su tío ya lo esperaba.

“Lo que estás haciendo es muy peligroso, tanto para ti como para mí”. Le dijo el doctor a Mario.

“Lo se tío, pero Alba es como mi hermana y sé que es inocente, la ayudaremos en lo que podamos, sabes que Damián terminara por destruirla completamente, ella está viva por una razón y es por eso que no la dejare sola”.

El doctor suspiro. “Él bebe se salvó… también es un milagro, pero no sabemos si ella despertara”.

Leyó algunos papeles y los introdujo a una trituradora. “Necesito que actúes rápido o pronto se darán cuenta de que el embarazo sigue, es todo lo que puedo hacer por ti”.

“Gracias Tío, sé que esta semana es tu jubilación, espero que disfrutes tu descanso”.

“Tu tía y yo queríamos viajar, ahora con todo esto nos iremos del país lo antes posible”.

“Arreglare todo y también nosotros nos vamos con Alba”. Comentó Mario a su tío despidiéndose.

El día siguiente Alba no despertó, pasaron algunos días y no hubo ninguna reacción de ella, se le realizaron más estudios, pero no hubo cambios en ella, no sabían cuando despertaría.

Diana y Mario cuidaban de ella todos los días, Damián aparecía a altas horas de la madrugada, solo se paraba cerca de la cama y la observaba durante un tiempo, para después desaparecer por los pasillos del hospital.

Tres semanas después ella seguía en coma, Mario y Diana se casaron ante miles de personas y medios de comunicación, ellos como Alba venían de familias adineradas y prestigiosas que heredaban empresas de generación en generación.

 Ellos confirmaron la unión de sus empresas, convirtiéndose en una nueva y muy consolidada, pero esto los llevo a buscar mudarse a un nuevo país para generar mejores ingresos y oportunidades además de alejarse de Damián que ya los tenía en la mira por apoyar a Alba.

Damián veía la entrevista de Mario y Diana en la televisión en silencio, cuando se enteró de esto se sintió inquieto, ¿Cómo es posible que se casaran y se mudarían si su mejor amiga casi hermana estaba en el hospital?, había algo que no cuadraba.

“Señor, me llamo”. dijo su asistente Héctor.

“Manda más guardias al hospital, que estén atentos a todo”.

El asistente observo la televisión y entendido lo que su jefe le pedía. “Enseguida señor”.

Al siguiente día, Damián estaba sentado cerca de la cama de Alba, la observaba detenidamente. Solo se escuchó en un susurro. “¿Por qué no puedo dejar de amarte?”. Estuvo con ella un tiempo más, salió de la habitación y se fue.

Una hora después algunas personas aparecieron, entraron en la habitación tardando unos minutos en salir, llevaba una camilla con una persona completamente tapada con una sábana, se movieron hacia el elevador y bajaron hasta el estacionamiento.

Todo fue en completo silencio y sigilosos, abrieron una camioneta negra y metieron la camilla para dirigirse al aeropuerto.

Pero lo que no sabían es que los hombres de Damián los seguían, el camino fue largo ya en una carretera desierta se detuvieron y bajaron hablando entre ellos, después de unos minutos la camioneta siguió su camino, los hombres las siguieron hasta el aeropuerto, ya estaba un avión privado esperándolos a las afueras de la pista de aterrizaje.

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