Capítulo 9. Planeando un viaje
En ese momento, Mariana le contestó con tono burlón:
—Dale gracias a Dios, que tú puedes comer y seguir comiendo sin engordar ni un poquito. En cambio, nosotras dos… con solo mirar lo que hemos pedido, ya sabemos que más tarde nos toca ir al gimnasio a quemar todas estas calorías.
Aunque antes del matrimonio con Jacob a Mariana no le importaba mucho cómo se veía, después del divorcio es que había empezado a cuidarse un poco más.
Fue entonces cuando Cinthia, con tono misterioso, les preguntó:
—¿Saben por qué les dije que viniéramos aquí hoy?
—No me digas que no fue para ver a tu mesero favorito —respondió Vero, con una sonrisa pícara en los labios.
—Aparte de eso —dijo Cinthia, levantando una ceja con intención—, hay dos cosas que quiero discutir con ustedes hoy.
—¿Y cuáles son? —preguntó Vero, con curiosidad.
—Deja la impaciencia y déjame hablar —le respondió Cinthia, con un gesto teatral.
—Sabes que cuando como dulce me pongo hiperactiva —replicó Vero, entre risas, haciendo que Maria