Capítulo 30. Tu empleo te estará esperando.
Cinthia la miró y se rio, luego le dijo:
—En primer lugar, el chiste de los castigos es que nadie sepa quién eres. Y en segundo lugar, ¿crees que tu tía y las demás personas de esta casa te permitirán hacer algo? Acaso olvidas que esta mansión es tuya, y por más que nosotras te vigilemos, no vamos a estar siempre contigo.
Mariana respondió:
—Bueno, lo intenté...
Luego les preguntó:
—¿Y ya encontraron a la familia para la que quieren que trabaje?
Vero y Cinthia se miraron, ya que ni siquiera se habían puesto a buscar la casa donde Mariana iba a trabajar.
Cinthia fue la primera en contestar:
—No te preocupes, que antes de que aprendas a lavar un plato, tu empleo ya te estará esperando.
Mariana las miró, suspiró profundamente y se fue de nuevo a la cocina.
Mientras tanto, Vero y Cinthia se quedaron en la sala hablando sobre cómo conseguirle un empleo a Mariana.
—¿Te acuerdas de Julieta Gutiérrez? —dijo Cinthia—. La que estudió contigo y que acogimos en nuestro grupo por un tiempo.
—Sí —r