Después, Bruno solo les dijo:

—Entonces, si no, es más, quiero que conozcas a todos nuestros familiares, ya que vinieron a la boda de Camille, y por el momento, se están quedando en la mansión.

En ese instante se dirigieron a la sala, donde todos estaban reunidos, hablando y riendo como la familia unida y feliz que siempre habían sido.

Felipe, al verlos en ese momento, reflexionó: Esta es la familia con la que creció mi esposa. Con razón, ella es tan alegre y feliz, a pesar de haber perdido a sus padres. Tuvo la suerte de contar con buenos familiares.

Bruno los saludó a todos, igual que Mariana. Luego, Bruno les dijo:

—Quiero que conozcan al esposo de Mariana y padre de los gemelos.

Todos voltearon la mirada hacia donde Felipe estaba parado, y quedaron muy satisfechos con lo que veían.

Felipe los saludó a todos, uno por uno, y los invitó a su país cuando quisieran ir.

Paula le habló con su acento español mientras le decía:

—Ya veo que Marianita no te ha contado que la familia materna