Capítulo 105. Caer en su trampa
Sofía, al ver que nadie le respondía al otro lado de la línea, volvió a hablar todo dulce, diciendo: querido, estás ahí.
Mariana inmediatamente tosió un poco y miró a Felipe con una cara de matarlo, mientras decía: qué pena desilusionarte, pero no soy tu querido, más bien soy tu peor pesadilla y se río con una gran sonrisa en solo imaginar en la cara de desilusión que debería de tener Sofía en ese momento.
Luego dijo: no creí que cuando hablas por teléfono tengas una voz tan dulce y encantadora como la voz de una niña pequeña.
Sofía, que no esperaba que fuese Anna en el teléfono, volvió a su voz de arrogancia como siempre hablaba y dijo: ¿Qué haces con el teléfono de Felipe?
Mariana le respondió con una voz llena de desdén, Nada que a ti te importe, solo te estoy llamando para decirte que ya nos vamos y nos vemos luego en la casa.
Sofía iba a decir algo más, sin embargo, Mariana no le dio la oportunidad de que hablara de nuevo, ya que apenas terminó lo que iba a decir le colgó el telé