CAPÍTULO 13: ¿DE VERDAD QUIERES RESCATARLA?
—Se hacen llamar “Mano Oscura", señor. Aparecieron hace poco, y no se sabe nada de su líder. —el subordinado informó con voz baja.
Santino y André se miraron, y ninguno se sintió cómodo con lo que acababan de escuchar. André, mientras daba un sorbo a su café, preguntó con calma:
—¿Y el que atrapamos? ¿Dijo algo?
—No, señor. Aunque está débil, se niega a abrir la boca. ¿Quiere que usemos tortura extrema? —preguntó el subordinado.
Pero Santino agitó la mano y negó con firmeza.
—No, no nos sirve de nada si muere. Si queremos encontrar a la chica, tenemos que hacerlo hablar, pero en buenos términos —el italiano se puso de pie y caminó hacia el ventanal, observando el exterior mientras decía: —Llévale comida y agua, incluso permítele que se bañe. Yo... hablaré con él en un momento.
El subordinado asintió y salió, dejando a André, que miró a Santino con incredulidad.
—¿Qué rayos te pasa? ¿Comida y agua? ¿No quieres darle una habitación también?
San