Mundo de ficçãoIniciar sessãoRobin, que hasta ahora se había mantenido en un silencio respetuoso con las manos cruzadas sobre las rodillas, posó mi mirada en él, porque aquí estoy peleando por mi dignidad con dos policías mientras mi encantador novio encuentra el momento perfecto para intervenir.
—Señores, tengo entendido que salió ayer del país. Teníamos un juicio con él, por la empresa de mi compañera —habló tomando mi mano—. Pero, cuando vio que descubrimos que era un estafador profesional, se fue, me dijeron los hombres que lo tenían vigilando.El agente pequeño carraspea, claramente intentando recuperar algo de formalidad en la conversación. Desde que llegó, no dejaba de mirar a Robin hasta que no pudo aguantarse y le preguntó:—¿Usted es Robin Reyes Villaverde?—Sí, señor, soy el prometido de Ema —dijo con firmez






