Mundo ficciónIniciar sesiónÉl se ríe, bajito, mientras acaricia el volante con sus largos dedos. Si no estuviera tan intrigada, probablemente estaría distraída con lo increíblemente bien que se ve haciendo ese gesto tan simple.
—Todo el tiempo. He colocado personas de confianza en cada uno de ellos. Me son fieles. Son muy buenos en lo que hacen y me consultan en todo —contesta con naturalidad. —Yo los visito de vez en cuando y mantengo comunicación con ellos, las veinticuatro horas del día. Mira, ya llegamos, es aquí. Nos bajamos en la entrada de un elegante hotel. Un chico viene rápido a nuestro encuentro; Robin le da las llaves del auto. Los porteros nos saludan. Robin me toma la mano, pero se la suelto, obligándome a sujetar la carpeta. Unas lindas chicas en la recepción nos dan la bienvenida cuando nos acercamos. —Bienvenidos a nuestro hotel, ¿en qué puedo a






