Mundo ficciónIniciar sesiónVuelvo a respirar profundo y me concentro en mi trabajo. Veo un vaso de jugo que colocan en mi mesa.
—Gracias, Joe —agradezco automáticamente.Es su costumbre traerme uno cada mañana. Sabe que me encanta. Extiendo la mano para tomarlo sin mirar, concentrada en el diseño que estoy haciendo, pero el vaso se aleja.—No soy Joe, amor. —Salto asustada y levanto la mirada.—¡Robin, me asustaste! —digo todavía sintiendo cómo mi corazón salta acelerado. Su sonrisa es tan hermosa que me hipnotiza.—Disculpa, amor. No fue mi intención. —Se adelanta para acercarse a mí. Tengo la sensación de que es un felino y yo su presa. Robin no se detiene. Su sonrisa torcida, entre el descaro y el amor, vuelve a aparecer mientras rodea el buró, como si no existiera otro lugar en el mundo al que quisiera ir excepto yo. —¡






