71. PERDIDAMENTE ENAMORADA
No sé, si alguno de ustedes les habrá pasado lo que a mí. Conocí al padre de mis hijas en una fiesta, es decir, con unas cuantas copas de más. Y nos hicimos novios, sin que mediara ningún tipo de juego amoroso entre nosotros. Es decir, que es como que nos saltamos todo eso.
Normalmente, conoces al chico y te gusta. Se te llena tu estómago de mariposas, cada vez que lo ves. Tus rodillas se aflojan y por el más simple acto que él haga. Tu corazón salta acelerado. Hasta que llega la primera cita, el primer beso. La emoción, de dejar de ser virgen en tu primera vez.
Para mí, pasó todo en una noche. Lo conocí, nos besamos, nos acostamos. Y aunque me enamoré de él y lo amé, no tengo experiencia en el juego del enamoramiento. Es por eso que ahora me siento como una niña de quince años con su primer novio. A pesar de que