La oscuridad está por caer en el lago y la vía de retorno al pueblo se vuelve peligrosa durante la noche.

Alexa y Cristopher se ven en apuros cuando una de sus llantas explota.

— Cristopher, en la parte de atrás hay una llanta nueva. Hay que cambiarla rápido, antes de que oscurezca - exclama un tanto preocupada la chica mientras se baja y mira la llanta que explotó.

El joven se baja del auto y va a la parte trasera. Sin embargo, Cristopher revisa y vuelve al frente sin buenas noticias.

- ¿Que sucede? - pregunta ella extrañada.

- La llanta... Está rota -responde el.

Alexa va rápidamente a revisar y encuentra que la llanta ha sido pinchada con algun objeto punzante. Un frio recorre su nuca y siente que se asfixia al pensar que está atrapada nuevamente en aquel lugar.

Cristine había cumplido su cometido. La pelirroja habia punzado la llanta de refacción y había dejado una trampa para que la otra explotara. Ahora las dos llantas estaban inservibles por culpa de ella.

- ¿Y ahora? Algu