XXI
Despierto de nuevo en la habitación, solo que esta vez con la cabeza cubierta por vendas y con Emma mirando detenidamente todos los movimientos que hago.
Wuo, esto de recibir golpes con y en la cabeza se me da demasiado bien, debería de considerar buscar un trabajo así seguro me haría millonaria.
— ¿Por qué corriste?
Emma suspira cansada, sigue con el uniforme de mucama con el cual la vi antes de caer inconsciente.
—Porque una niña loca gritó un nombre falso y corrió tras de mí como si le hubiera hecho algo.