Capítulo 256. Ya vendrán tiempos mejores.
Pandora
Dormí mal. No por ruido, sino porque mi cabeza no dejaba de dar vueltas. Cada vez que cerraba los ojos, escuchaba otra vez la frase que me dolió como si me hubieran dado una puñalada en el corazón.
“No voy a perseguirla.”
No sabía por qué me afectaba tanto. No éramos nada. No le debía nada. Él no me debía nada a mí. Pero igual dolía. Me hizo sentir exactamente como siempre me había sentido: sola, fuera de lugar, como si no encajara en ningún sitio.
Me levanté antes de que encendieran las luces del refugio. Me lavé la cara, recogí mis cosas y salí. Afuera hacía frío, pero caminar ayudaba a no pensar.
Hoy tenía que encontrar trabajo. No importaba cuál.
Tomé un bus hacia una ciudad cercana. Era más grande y, según escuché en el refugio, allí siempre había algún lugar buscando personal.
Bajé en una avenida ancha, con comercios y gente apurada. Entré en una panadería. No buscaban.
Fui a una cafetería. Tampoco. Luego a un supermercado. Pedían referencias y antecedentes. Pero yo no