Capítulo 192. El infierno tiene mi nombre.
Luciana Velasco
El primer amanecer en el bloque F no amaneció. Se deslizó sobre mí como una sombra espesa, sin luz, sin piedad, sin promesa.
Dormir sería una palabra generosa para lo que ocurrió. Pasé la noche sobre esa colchoneta delgada, áspera, como papel de lija, escuchando los susurros de las internas. No hablaban… siseaban. Y muchas veces, esos susurros tenían mi nombre.
O lo que quedaba de él.
“Luciana Velasco”
“La actriz, la famosa. La esposa del escándalo”.
“Y el rey del cine, le llaman la “princesa de Hollywood”.”
“Pues ahora… la nueva atracción del zoológico”, escuché decir a otra.
El frío se me metió en los huesos, como si el concreto hubiera decidido adoptarme como parte del mobiliario.
Cuando las luces fluorescentes parpadearon anunciando la hora del desayuno, decidí que iba a mantener mi postura. Era lo único que nadie había logrado arrebatarme. Ni la guardia, ni ese traslado humillante, ni siquiera el bloque F.
Me puse de pie con elegancia. Me alisé el cabello con los