Malú
¡Por fin nos hemos casado! El corazón no me cabía en el pecho de tanta felicidad cuando nos pusimos los anillos y sellamos nuestro amor. Vincenzo estaba maravilloso con ese traje, su reacción fue la mejor, ni siquiera pudo decir nada, parecía paralizado cuando me vio acercarme a él en el altar. Todo fue perfecto, todo como lo había imaginado y yo estaba radiante de felicidad.
Después de salir juntos fuimos a la pista de baile instalada en el jardín para nuestro primer baile como matrimonio.
- Soy tan feliz mi amor..." dije mientras bailábamos.
- ¿Lo estás? Qué bien, yo también soy un muñequito... -dijo mirándome fijamente.
- "No pudo ser mejor, todo fue tal como lo soñé..." dije y él sonrió.
- ¿Qué pasa amor? Estas muy callado. - Pregunto mirándolo
- Solo eres tú muñequita. Estoy muy bien, mejor imposible. - dice sonriendo
Después del baile fuimos a recibir las felicitaciones de los invitados. Nos hicimos unas fotos, cortamos la tarta y bailamos un poco más. Vincenzo estaba un po