Malú
Cuando llegué a casa Lorenzo me ayudó con Vincenzo, le llevamos a su habitación, fui con él a bañarle, luego se tumbó y se volvió a dormir. Y todo esto lo hizo en silencio, sin decir una palabra. Me sentí muy mal, estaba sufriendo mucho, se me apretó mucho el corazón al verlo así, pero por ahora voy a dejar que se recupere y después hablaré con él para saber más de lo que pasó.
Volví al salón donde estaba Lorenzo con los niños, que ya se habían despertado.
- Malu, ¿ha dormido? - preguntó Lorenzo.
- Sí, ha vuelto a dormir, está muy cansado, me pregunto qué habrá pasado. Estoy muy preocupada.
- No lo sé, Malú... no lo sabremos hasta que se despierte y nos lo cuente.
- Gracias Lorenzo por venir a quedarte con los niños... -dije.
- No hay problema, sabes que puedes contar conmigo cariño...- dijo abrazándome.
- Eres el mejor, ¿lo sabías? Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que haces por nosotros... -dije, apretándole.
- Tranquilo, lo hago porque os quiero, sois mi familia.
-