CAPÍTULO 63. Una duda
CAPÍTULO 63. Una duda
Decir que la mujer frente a él estaba más blanca que la axila de un vampiro habría sido ofender al pobre vampiro, pero lo cierto era que la asistente que tantas veces había traicionado a sabiendas a Frederick Evans, no había esperado en ningún momento que su nuevo jefe se diera cuenta de que ella era el Caballo de Troya que mantenía informados a sus enemigos.
—Señor… yo no… no sé de qué me hab…
—¡Ahórreselo, Voigh! —gruñó Elijah—. Desde que llegué a esta empresa mandé a poner cámaras donde los empleados ni se imaginan, precisamente por eso tengo unas muy buenas tomas suyas escuchando mis conversaciones privadas y por supuesto, informando a los que están desfalcando a esta empresa para que usaran a Angélica Giraldez como chivo expiatorio.
—No… espere yo no…
A la puerta tocaron con insistencia y la asistente se levantó de su silla como un resorte al ver entrar a un hombre mayor con una placa de policía colgando del cuello.
—Se lo acabo de decir, todo dependerá de s