Micaela Stevens
Dios querido! Este hombre es... Es... No sé cómo describirlo....
El jet se encuentra lleno de rosas rojas como la que destroce en la entrada del aeropuerto y además hay chocolates de todos los tipos en un pequeña mesa...
Veo que está observandome y le devuelvo la mirada inquisidora, es obvio que es algo nuevo para el, joder! Me está dando ternura su expresión de cachorro con falta de atención.
Razca su cuello — Lo chicos me dijeron que a las humanas le gustas la flores y los chocolates, no se que tipo de chocolates son de tu agrado así que... Te mandé a traer varios, no me gusta mucho el dulce, pero....aquí hay blancos, de leche, con arroz, maní, también hay varias marcas — Niego y giro mis ojos...
Mi vida se ha convertido en una loca montaña rusa!
— Gracias — le digo y camino a la mesa donde están los chocolates — me gustan muchos los chocolates — No es un gusto que me daba seguido pero si comía cuando me provocaba.
Ve hacia arriba y me hace sonreír — gracias rein