Libertad

[...]

En la madrugada Aquel chico llegó hasta un puerto y llevo la mercancía hasta un barco y llego hasta la bodega junto a Jade. Allí vio decenas de chicas que estaban igual que ella.

Empezó a pensar mucho en su abuelo y como se deshizo de ella, simulando que la chica se había escapado. Él nunca pensó en terminar la deuda con la manada de sol de otoño, solo fingió querer arreglan todo de forma civilizada.

Ella pensó en transformarse, pero no pudo. El joven que la trajo hace poco vio que ella estaba haciendo algo inusual con sus manos, así que fue hasta la chica.

"No puedes transformarte en esa bestia. Te puse un collar, es para evitarlo. Un gordo excéntrico quiere a cosas como tú. Quiere tener herederos así, con una fuerza superior la resto. Por fin alguien te amara por lo que eres"

Lo dijo burlándose de ella, y sin ninguna empatía.

"¿Mi abuelo te lo ordenó?"

"Sí, lleva meses, pidiéndome que buscara alguien que quiera personas como tú, pero nadie tenía para pagar las 3000 liras esterlinas, solo los reyes de otros países quieren a alguien como tú. Quieren un ejército de Lycanes, serán indestructibles, vales mucho más de lo que crees. Los de tú clases solo aparecen entre miles de lobos o por otro Lycan, tú tuviste esa suerte. Jajaja jajaja"

Jade se decepcionó al escucharlo. Solo pensó en la triste vida que le tocaría desde ahora, solo miro el suelo. El joven que la trajo hasta ese lugar se fue del barco y la deja con el resto de las chicas. Él era un humano, no un lobo, así que le daba igual lo que pasara con ella.

La chica Lycan empezó a odiar a los de esa raza, no podía creer que fueran tan crueles con otras criaturas. Ella miró a las chicas que estaban a su alrededor estaban igual tristes, era una humana también, su olor era normal, pero a todas les esperaba el mismo destino. Todas eran bonitas, hermosas y jóvenes. Vio que una de ellas tenía un cuchillo, no sabía cómo hablarle, así que en voz baja le dijo unas palabras.

"¿Puedes darme el cuchillo?"

La otra chica la miro algo confundida y le hablo en otro idioma.

"No te entiendo"

Supo que ninguna de ellas hablaba su idioma y estaban atrapadas. Sintió como el barco empezó a moverse. El viaje que terminaría con su vida empezaba y la única ventana de la bodega fue cerrada. Todos quedaron en oscuridad y en la profunda tristeza.

[...]

Tres días después del viaje, Jade y las otras chicas empezaron a enfermarse por el frío, los tripulantes del barco tuvieron que desatarlas y darles mantas y estar pendiente de ellas. Sin embargo, solo unos cuantos sabían que Jade era una Lycan.

Uno de ellos le quitó el collar al ver que ella tenía algunos morados en el cuello, pero Jade no tenía fuerzas para nada, el frío la estaba enfermando. Tenía fiebre como las otras chicas. Los tripulantes vieron que probablemente todas morirían, así que todo subieron a la proa para tomar una decisión con respecto a ella.

Jade imaginó muchas cosas en ese momento. Pensó que las matarían o les harían cosas mucho peores porque eran hombres y sintió esas miradas pervertidas hacia todas ellas. Era obvio que no tenían buenas intenciones. Su odio se hizo más fuerte y en cuestión de segundos empezó a transformarse en un lobo con garras y diente, pero algo parecido al de un humano. Las chicas que estaban a su alrededor empezaron a gritar de miedo al ver la criatura que tenían al frente.

Sin embargo, ella no les hizo nada a ninguna, solo las desamarro a todas con sus garras.

Algunos tripulantes algo borrachos bajaron a ver qué sucedía. Todos se quedaron aterrados al ver la criatura que tenían al frente. Sin embargo Jade fue hasta ellos y los hirió con un solo arañazo que los dejo agonizando hasta que murieron.

La chica subió hasta arriba y vio a toda la tripulación, que quedó estupefacta al ver un criatura así y manchada de sangre. Algunos le dispararon en varias ocasiones, pero no sirvió. Jade los mato a arañazos a todos, eran casi 15 tripulantes.

El capitán del barco se escondió cerca del timón, pero cuando Jade fue a matarlo, una de las chicas grito.

"No lo mates, él nos llevará tierra firme" Dijo en su idioma 

La Lycan no entendía nada, pero pensó en detenerse solo por curiosidad, sintió que ella le quería decir algo.

Lentamente volvió a su forma humana y se sentó en el piso, estaba desnuda, sin ropa se había hecho nada por la transformación. Vio sus manos completamente llenas de sangre y se sintió sucia.

Una de las chicas fue hacia su lado y le puso una cobija. Para que no tuviera frío. Ella era una rubia de ojos azules, bastante hermosa.

"No te preocupes, llegaremos a tierra y seremos libres"

Jade se sorprendió al escucharla hablar. Entendía su idioma, pero la palabra libertad no le traía buenos recuerdos. No tenía a un sitio al cual regresar, pues su familia la vendió como si fuera mercancía. Solo espero llegar a tierra firme y no regresar a su hogar.

[...]

En la madrugada llegaron a un puerto. Habían decenas de personas armadas. Jade sintió que estaba en riesgo al ser una Lycan y por matar a todas esas personas. Antes de llegar a tierra firme se lanzó al mar, sin decir una palabra y se alejo del puerto.

Las chicas del barco no entendía lo que sucedía, solo llegaron al puerto y vieron como un grupo de hombres llegaron a hablar con ellas. Tenían que dar explicaciones de los que pasó y como Jade había escapado tal vez no les creerían.

Mientras tanto Jade ya estaba en tierra firme. Se quitó la ropa que tenía y corrió en forma de Lycan para estar en otra ciudad en pocos días, su velocidad se aceleraba en pocos minutos, pero las piedras y obstáculos la lastimaban mucho. El sol salió a esa hora y la empezó a molestar.

Pero sus piernas estaban listas para seguir corriendo hasta que ya no pudiera más. Las montañas que habían mo eran lo suficiente fuertes para detenerla. Su espíritu era libre de pasar por los bosques como los de su raza lo hicieron alguna vez.

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