⤝Dereck⤞

La luz de nuestra diosa era un faro en la oscuridad, pero Velkan giraba en mi cabeza, impaciente y furioso. No me había sentido tan cerca del abismo de la locura. El único pensamiento que me mantenía anclado era la necesidad de destruir todo lo que veía. Sin ella, esta maldita tribu ya no tenía valor. Que se consumiera en cenizas sería un final misericordioso comparado con lo que yo les haría.

¿Cómo se atreven a manchar la pureza de un ser tan noble?

La impotencia me invadía, retorciéndome el estómago en un nudo de auto culpa y crítica. No debí viajar, no debí dejarla sola. La promesa de protegerla, de ser su escudo, se había deshecho entre mis manos. Ella confió en mí y la había defraudado.

—Concéntrate —gruñó Velkan, su voz resonando en mis huesos al ver que nos acercábamos a la aldea Alfa.

Mi cuerpo era una cuerda tensa, pero una llamarada de ira me consumía, un fuego que se intensificaba con el deseo de salvarla. Espérame, mi Reina.

Dejé los caballos a las afueras, c