Rick sonrió, trato de no pensar seriamente en lo absurdo que le había aparecido todo aquel viaje y agradeció que su móvil sonara en medio de aquella aburridísima cena con las familias más prestigiosas de la manada del alfa Terry.
— Creo que necesito contestar esta llamada es de…
— Seguro es esa encantadora esposa que dijiste tener — una de las señoras sonrió — no te preocupes querido y tomate tu tiempo.
Rick agradeció y salió de la habitación para contestar a la insistente vibración del celular. Se preguntó qué sería tan urgente y quién sería quien llamaba. Frunció el ceño con molestia, pues el número no era local o estaba registrado en su teléfono.
— ¿Quién habla?
— Somos miembros de la antiguamente llamada Manada roja, estamos hablando para comunicarle oficialmente que nuestra heredera ha regresado a nuestras tierras y que si no quiere conflictos severos solo aléjese de ella.
— ¿Qué?
— La señora Raquel, madre de la nieta legítima de nuestro difunto alfa, nos ha entregado a la niña p