Bruce se levantó lentamente de la banca, acercándose a Zefor con cautela.
—Esa noche… ¿Cómo estaba Adi? ¿Cómo lograste salvar a mi hija? Sabes cuánto te agradezco por sacarla de ese infierno en los laboratorios mágicos.
—¿Esos? —preguntó Zefor, su tono mostrando un leve interés.
—Alfa, la busqué. Malcon me ayudó un tiempo. Encontré rastros de su pelaje de lobita, y de su sangre en los laboratorios, pero todo estaba destruido. Ella no estaba. Durante trece años recorrí cientos de lugares hasta que volvió de la manera más inesperada —una sonrisa leve apareció en el rostro de Bruce, pero Zefor se centró en una frase que le llamó la atención.
—¿"Pelaje de lobita"? ¿Tenía una transformación prematura?
—Oh, sabes de eso —respondió Bruce, sorprendido—. No es muy común. Me impresiona que estés enterado de ese tipo de transformación.
—Conozco a alguien que fue así —comentó Zefor, su expresión dejaba claro que no quería profundizar en el tema.
—Entiendo… Bueno, Alfa, Adalet no es lo q