Al salir Lyon de la celda se encontró con la mirada de Uzziel que había permanecido por fuera.

—Lleva a Tara y Asael a la sala de estar, mientras envía un lobo a la casa de Dilay, que informé que ya regrésate con ellos —ordenó Lyon.

—Como digas Lyon —replicó Uzziel, dando medía vuelta, para ir primero por Asael.

—¿Por qué nos enceraron? ¿Qué crimen cometimos? —escuchó la voz de Asael que preguntaba, mientras subía por las escaleras, no sabía que tan dolorosa seria saber la verdad para él —si es por el apoyo que le dimos a Radolf, no tuvimos elección…

—No fue por nada de eso —replicó Uzziel que abría la puerta de donde Tara se encontraba —fue solo porque Lyon tenía que hablar con tu compañera…

—¿De qué? —volvió a cuestionar Asael.

—Ya lo sabrás —contestó Uzziel mirando a Tara, que solo sonrió con ironía, hubiera sido una sorpresa que él no supiera nada.

—Tara me quieres decir que está ocurriendo —le cuestionó al verla salir, ella levantó la barbilla.

—Cariño en un momento lo sabrás