Lyon abrió los ojos al reconocer de inmediato a Uzziel, quería hacerle muchas preguntas, pero no era el momento tenían que salir de ahí antes que el efecto del somnífero pasara y Radolf y compañía despertarán.—Dame a Aysel yo te sigo —dijo Lyon, su lobo ansiaba tenerla entre sus brazos, sentirla suya.—Es por aquí —Uzziel le indico el camino.Los dirigió hacía otra puerta, por donde salieron a un pasillo que estaba completamente libre en el paso, aun nadie había se había percatado de lo que había pasado en el comedor, sino ya las trompetas hubieran estado resonando en todo el lugar.Avanzaron hasta una puerta trasera, al salir ya los esperaba Lara, que al ver a Lyon se lleno de asombro.—Si yo también puse esa cara, pero no es momento de hacer preguntas tenemos que salir ya —replicó Uzziel a su compañera.—Síganme por aquí —respondió Lara, los guio por las calles más solitarias. Cuando estaba por llegar a uno de los pasadizos, sintió que se le caía de sus brazos, se quedó un momento
Aysel poco a poco fue abriendo los ojos, lo último que recordaba antes de caer desmayada era el beso que Radolf le estaba dando, era tan posesivo, tan apasionado, como si le demostrará a alguien que ella le pertenecía. Mira el techo, no estaba ni en la habitación que le había dado en la manada luna de Fuego, ni en la suya propia. ¿Dónde estaba?El techo era rocoso, entraba una corriente de aire frío, que no le calaba gracias al calor que sentía a un lado de ella, intentó moverse, pero el peso de una mano sobre su vientre no al dejó.—¿Dónde estoy? —pregunto en un susurro, se giro un poco para ver quién dormía junto a ella —¿quién eres tú? —levantó su propia mano y tocó la mejilla del lobo que estaba a su lado, él poco a poco fue abriendo los ojos, le regaló una sonrisa de ternura y amor, no apartó su mano de su vientre, más bien la movió de arriba abajo en una sutil caricia, sin contestar a su pregunta se acercó a rozar sus labios con los de ella. —Tu sabes quién soy —dijo sobre sus
Uzziel estaba regresando junto con Fares después de haber ido a despistar a los lobos de la manada Luna de fuego. Porque era una seguridad que Radolf no se iba a quedar con los brazos cruzados.En su regreso se habían encontrado con Lara que salió a buscar algo que pudiera preparar para comer, para cuando Aysel y Lyon despertarán.Uzziel dejo el cántaro de agua que Lara había juntado para los cinco, Fares la canasta con algunos frutos, Lara solo los miró a los dos que estaban sentados abrazados.Ella fue la primera en reaccionar, salió corriendo a abrazar a Aysel, pero antes llegar a ella se detuvo.—Aysel soy tu amiga Lara, me recuerdas —dijo despacio mirándola a los ojos.—Claro que te recuerdo, eres mi mejor amiga —al escuchar a Aysel, la abrazo apartando a Lyon a un lado.—Al fin volviste a ser tú —replicó sobre su oído, con tanto gusto que contagio a Aysel de su alegría.—Nunca deje de serlo —respondió con una sonrisa mirando a Lyon, ella se separó para verla a la cara —lamento l
Radolf era un perro rabioso corriendo por el bosque, babeaba una espesa espuma blanca de su hocico, su único pensamiento era tener delante de él a Lyon, despedazarlo con sus dientes, garras, ya no iba a permitir que le volviera a quitar a Aysel que era suya, ya la había marcado.En el momento que Tristán le dijo que el grupo de lobos estaban listos para salió con ellos, eso fue a media tarde, casi era madrugada y el seguía corriendo por el bosque siguiendo el rastro de Lyon y Aysel. Cuando Berk volvió en si después de la golpiza que recibió de Radolf, este lo mando a la manada en busca de Joram, su hermano, le ordeno que él reuniera a los mejores lobos para que se unieran a ellos en la búsqueda, ellos tendrían que reportarse a la mañana. Con más lobos ayudando en la búsqueda estaba seguro que tarde o temprano daría con ellos, con los malditos secuestradores y cuando los tuviera en sus manos los encerraría en la celda y los torturaría día y noche. En su paso se encontró una cueva, in
Radolf al escuchar a Mica llevó su mano a la base del cuello, dónde debía sentir la marca caliente y palpitante, pero no había nada. Levantó la cara para buscar la mirada de Joram, al encontrarlo se dirigió a él.—Dime que tengo la marca, que lo que está diciendo Mica es mentira —le pidió al tiempo que lo tomaba de las solapas de la camisa.Joram se le quedó mirando fijamente, solo un segundo desvío la mirada al cuello de Radolf, trago saliva.—El no te va responde porque lo que te digo es verdad, tu no tienes ninguna marca —replico Mica con los brazos cruzados, ya no se reía ahora estaba sería detrás de él.Radolf miró a Joram con intensidad esperando que le dijera que si la tenía, pero no lo hizo.Gruñó rabioso, aventó a Joram lejos de él, buscaba algo con que desquitar su odió, su dolor, el amaba a Aysel, y ella se había burlando de su amor, el amor que sentía por ella comenzó a convertirse en odio.—No te diste cuenta que cuando despertaste en la manada Luna de fuego, no sentías
—¿Loba suprema? —repitió incrédulo Radolf ante ese término, nunca en su vida lo había escuchado.—Si, una loba suprema o superior, es la que tiene el poder de sanar, no solo el cuerpo de los demás sino también el suyo propio, además cualquier veneno o pócima que tome, su cuerpo lo va inhibir, lo va nulificar y cualquier hechizo no servirá en ella —explico Mica —es una loba que nace cada mil años y los cachorros que nazcan de ella se convierten en los más fuertes y pueden convertirse en los príncipes de los lobos, nunca me imaginé toparme de frente con una loba así…Radolf comenzó a reír, Aysel no podía ser una loba suprema, Mica debía estar equivocada, solo justificaba su ineptitud porque su hechizo no había funcionado en ella.—No te rías, recuerda ese día cuando se la llevaron, ¿Qué pasó contigo? No pudiste mantenerla sujeta, y ella corrió a dónde Lyon y lo sano antes que el muriera —Radolf dejo de reír, Mica tenía razón, Aysel era una loba especial —no te canses en buscarla, piensa
En las salas de café no se hablaba de otra cosa de la eminente llegada de Lyon, el alfa de la manada y su ceremonia donde tomaría como su Luna a la hija adoptiva del enlace de manada, a la más bella del lugar Dilay Chao. —No estás feliz Dilay, se dice que la próxima semana regresa Lyon y al fin te convertirás en su Luna— le decía una mujer que estaba de frente tomando una taza de té. —Si, muy feliz— contesto sin mucho animó, algo que fue notorio para todas las mujeres presentes.—Pues no se nota querida —respondió una de las mujeres con una sonrisa burlona —Está nerviosa, además extraña a Lyon, han sido tantos meses sin verlo —intervino Tara al ver la cara de su hija, le apretó la mano con disimulo para que cambiara su rostro y mostrará una sonrisa —¿Verdad cariño?—Si mamá, es la nostalgia —respondió Dilay con una mueca en el rostro. —Casi todo está listo —intervino Tara llamando la atención de las mujeres —Aysel y yo la estamos ayudando en todo, para que sea la mejor ceremonia d
Aysel no pudo aguantar más, que entró gritando a la cabaña. —¡Están locos! ¡Dilay tú no puedes hacerle eso a Lyon!—Aysel ¿Qué haces aquí? —cuestionó alarmada Dilay que se cubría su cuerpo con el de Joram que solo llevaba sus pantalones. Detrás de ella vieron a Berk que mantenía la cabeza en el suelo. —Evitando que cometas el mayor error de tu vida —respondió Aysel que avanzó por el lugar para tomar la blusa de Dilay que estaba en el suelo —ahora vístete, nos vamos de aquí —apunto a Joram en el pecho —y tú lárgate de aquí junto con Berk antes que llegue Lyon, porque si sabe que tu tocaste a su luna ya debes saber lo que te pasara ¿verdad? —Si me voy a ir, pero con ella —tomo la mano de Dilay —no pienso dejarla aquí sola a afrentar las consecuencias de nuestro amor…—¿Qué consecuencias? ¿de qué hablas? —cuestionó Aysel mirando a los dos, Dilay se había refugiado en sus brazos y Joram la sostenía con amor y protección.—Aysel hay algo que nadie sabe y si no me voy esta misma noche, m