Zaneth:
Sobre la cama, recibo los besos desenfrenados de mi marido. Quien, no contento con morderme los labios ha comenzado a lamerme el cuello.
—¿Tanto me echó de menos, Señor gangster?- le reprocho. – solo estuvimos separados dos días
—Una eternidad. – protesta él.- sabes que me cuesta trabajo dormir si no te tengo a mi lado, karamel’i.
Libero una risita. En lo que él besuquea mi hombro.
—¿Y los niños, qué tal se han portado?
El gruñe.
—No han parado de llorar y protestar. Te echaban demasiado de menos, amor. Casi tanto como yo.
Valery:
—¿Qué te pareció tu cuñada?- me pregunta Liu, y yo arrugo el entrecejo.
—Creo que Víktor está jodido. Y lo peor es que ni lo sabe.- mascullo.- por esa exacta razón trajo a la rubia.
—¿En un intento desesperado por no comerse a besos a su esposita?
Libero un gruñido.
—¿Tú también te diste cuenta?
—Oh, sí. No le quitaba los ojos de encima a esa pobre chica. Parecía un halcón…- Liu olisquea mi pezón y me muerdo el labio, para no gemir.-…un halcón hambri