Alan
Aterrizamos y nos invade un olor delicioso aroma sabe a miel, a melaza, la brisa nos pega en la cara y vemos los guardias inquietos, al darnos cuenta les gruñimos con todas nuestras fuerzas y ellos se ponen firmes les pedimos que se retiren,
Alex llama a Anaís mentalmente y se van para el otro lado de la isla en una pequeña cabaña, antes de entrar el olor es intenso y su gemidos nos rompen el corazón sus cabellos cambian cada vez en eso gemidos entran mi cabeza tratamos de calmar a Liz, ella voltea rápidamente y gime llorando nos parte el alma verla así tan indefensa
— lo siento por dejarte nene— le dije en voz baja
—hagan que pare por favor— murmuré entre llanto
Erik:Sam la carga y la lleva a la tina tratando de relajar sus musculos la acariciamos y ella se arquea pidiendo más me encanta saber que nos desea al igual que nosotros a ella puedo notar que su dolor se intensifica más —mi gatica te haré el amor tan apasionante que jamás vas a querer alejarte de mi— hablo contra su