Punto de vista de Ryan
Esa tarde, después de llegar del trabajo, directo a la casa de Blake, lo noté extraño.
Él no decía nada, quizás porque estaba su hijo allí con la niñera, y por lo mismo no quise pecar de indiscreto, pero, ella se fue y el nene se durmió, cerca de las nueve y media de la noche, no pude contenerme más.
Sentado en el sofá de su sala, con el monitor sobre la mesa de centro, que mostraba a un Colin rendido y muerto para el mundo, volteé a verlo.
Ambos usábamos pijamas, porque me quedaría allí a pasar la noche, y él tenía el pelo un poco alborotado, aunque no en el estado natural que amaba.
—Oye, ¿estás bien? —Me acerqué y lo abracé de costado—. Has estado distante toda la tarde, ¿tienes algo en mente?
Blake me miró de reojo y resop