Punto de vista de Blake
Yo no era yo, sino un tipo enloquecido y dejado llevar por el deseo.
¿Cuándo me volví este tipo de hombre? ¿Cuándo me convertí en un sujeto tan amante del se.xo y el placer?
Quizás desde la primera vez que lo hice con él.
Me reprimí por tanto tiempo, que solo podía dejarlo salir si se trataba de Ryan, ese tipo lujurioso y oscuro que habitaba en mi interior.
Sin embargo, no me esperaba su propuesta.
—¿Más? —pregunté confundido.
Él asintió.
—Estamos en un yate de lujo en altamar. Me acabas de partir el culo… quiero hacerte sufrir un poco también.
Sus palabras de doble sentido me hicieron resoplar, y me arrodillé sobre el colchón.
—¿Qué propones? —cuestioné.
Apenas decir eso, sentí