Llegué el edificio alto tarde, sin embargo, todavía había mucho movimiento en el lugar. La enorme estructura era imponente, se veía lujosa desde afuera, supongo que es normal, pues pertenece a una importante empresa legal.
Entré lleno de seguridad, me acerqué a la recepción para notificar a quien iría a visitar, me enviaron al ascensor, llegué al piso indicado donde me encontré con una segunda recepción, más pequeña.
— Buenas tardes. — Saludé a una señora morena y elegante que estaba sentada tras el escritorio.
— Buenas tardes, ¿En qué le podemos ayudar?. — Respondió muy amablemente.
— Vengo a ver al Señor Christopher Adams. Soy Leo, un amigo que no ve hace años. — Mentí. Iris, la hermana del idiota me dijo que decir para que me dejarán pasar sin problemas.
— ¡Ah claro! Su hermana nos avisó. — “Gracias Iris” sonreí en mi interior. — Me da un momento, por favor, debo llamar a su secretaria para avisar…
Cuando la mujer levanto la vista con el teléfono pegado al oído, yo ya iba caminand