—¡ROSI!—Caspian estaba gritando a todo pulmón haciendo que la niña casi huyera hacia su hermano en una pequeña carrera.
—¿Qué?—Ella respiró saliendo a la terraza solo para verlo cerca de la barandilla. No estaba solo, Sebasto y Antonio también estaban con él.
—Ven a conocer a mi amigo—Dijo mientras miraba hacia abajo en el agua. Con el ceño fruncido, se acercó a él solo pa