Si no estás atento, las personas siempre te atacan por la espalda.
Creo que tenía alrededor de tres horas entrenando con un grupo de mujeres sombras, eran muy rápidas y más agiles que los hombres; siempre y cuando se les dieran a usar armas que pesaran poco. Estaba asombrado de cómo se movían y la resistencia de las mismas. Al parecer Julie, no se equivocó al tomar esta decisión, más bien, ahora me quedaba muy en claro que esas leyes incitaron a las equivocaciones, las mujeres sombras debían luchar, estaba en su naturaleza.
—Aprenden rápido, chicas —las elogié mientras veía cómo se atacaban y desviaban los ataques entre ellas mismas.
—Creo que eso se lleva en la sangre —respondieron a mi espalda, me di un poco la vuelta para ver de quién se trataba y era Julie.
—Mi Reina, tiene tanta raz&oacu