Capítulo 102: Te amo tanto, Rey dragón.
El Rey dragón no dijo nada, solo extendió su mano y con un gesto poderoso, abrió un portal. Sin dudarlo, cargó a Alfa Connie entre sus brazos y lo cruzó.
Ella apenas pudo reaccionar.
Desconcertada, miró a su alrededor, intentando procesar lo que acababa de suceder… hasta que sus ojos celestes se encontraron con el destino que los esperaba.
La entrada a una cueva rocosa.
Pero no era cualquier cueva. Se encontraba a una gran altura, en la cima de una imponente montaña que se ubicaba el vasto territorio de Luna Plateada.
La naturaleza les regalaba un espectáculo único; el viento fresco de la mañana jugaba con sus cabellos, mientras abajo, el frondoso bosque se extendía lleno de misterio.
El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados.
Gael dejó con cuidado sobre el suelo rocoso a su esposa, como si temiera romper algo invaluable.
Connie, ahora sentada, dejó que su mirada se perdiera en el paisaje, pero no tardó en sentir un déjá vu.