Capítulo 114 No le creo Nada.
Federico estaba en una reunión cuando su celular comenzó a sonar insistentemente. Al ver que era Victoria, sintió un nudo en el estómago. Se imaginó lo peor. Se disculpó rápidamente y salió a atender la llamada.
—¿Qué sucede, señora? —preguntó, alarmado—. ¿Acaso Alfonso...?
—¡No! ¡No! Escúchame bien —lo interrumpió ella, algo alterada—. Necesito que acompañes a Elizabeth. Ve a buscarla y tráela. Alfonso necesita hablar con ella.
Federico se quedó pensando. ¿Qué podía ser tan urgente? Respiró hondo e intentó mantener la calma.
“Tal vez ha empeorado y quiere despedirse de ella...” sintió una punzada de tristeza. Sabía cuánto amaba Elizabeth a su tío.
Le pidió a Víctor que se hiciera cargo de la reunión y la reprogramara, alegando un problema familiar. Al bajar, el chofer ya lo esperaba en la puerta.
— Vamos a la residencia Valverde —indicó, con preocupación.
Su semana estaba siendo un torbellino de angustia.
No quiso llamar a Lizzy. Habían discutido la noche anterior y, esa mañana, cuan