Pasé las manos por mi estómago y las lágrimas cayeron de mis ojos.
─ Hola pequeño o pequeña, tu mami te ama.
Inmediatamente sentí unas enormes ganas de vomitar, corrí hasta el baño y quedé de rodillas frente al inodoro expulsando lo poco que había comido.
Hace una semana había vuelto a casa, ya estaba un poco mejor, me sentía definitivamente con unas enormes ganas de salir adelante y cerrar ese ciclo de mi vida que era la perdida de Ambrose.
Ya estaba plenamente segura que él no estaba vivo y no volvería a mí, era una de las cosas que decidí olvidar.
Escuché toques en la puerta seguido de la voz de Olivia
─ Dakota, Dakota ¿estás bien?─ Sí, sólo estoy vomitando.
Me levanté del suelo y abrí la puerta, Olivia llegó a m&