Capítulo 32 – Familias.
Almorzábamos choquitos fritos, sardinas y puntillitas, mientras él me miraba de reojo, en uno de los lugares más concurridos de la ciudad.
- Fritos. Pensé que no te gustaban.
- Cuando vengo suelo saltarme la dieta – contesté, sonrió.
- Pudiste haberte saltado la dieta aquella vez, y no hacer a mi cocinera preparar otra cosa – añadió.
- Aquella vez sólo quería molestarte – me atreví a decirle. La cara que puse fue lo más divertido – En aquella época te odiaba ¿recuerdas? – disfrutó del vino, para luego volver a intentar pelar las sardinas con tenedor y cuchillo. A mí siempre me ha gustado más comerla con los dedos, la comida sabe mejor cuando te la comes con las manos, o eso solía decir mi padre &