—¿Quieres ir al hotel o dar un paseo? —pregunta Máximo.
—Vamos a dar un tour y no es mala idea que empecemos por la “Basílica de la sagrada familia” —sonrió, tomando el brazo de Máximo—. Además está ahí—señaló.
A unos metros está la “Basílica de la sagrada familia”. Cojo el brazo de Máximo y lo jalo para encaminarnos, para que Luciana se encamine en compañía del ruso Jaim.
—Cómo te sientes después de ingerir bocado —susurra.
—Bien, porque en el hotel probé unos bocadillos y después de dos horas que salimos estoy satisfecha con la paella.