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Cuando me libre del vestido, los deliciosos bocadillos llegaron a la mesa del sofá. Todos nos sentamos en sillas doradas y empezamos a comer.
—En dos días puede retirar su vestido —nos informa la gerente del lugar.
—¡Perfecto! —exclamo levantándome de la silla.
—¡¡¡Listo…!!! —Luciana se abalanza en mis brazos—¡Vamos a celebrar la soltería de Liliam de Petrov!
—¡Estás loca! —protesto abriendo los ojos—Que no ves que estoy embarazada.
—Claro que veo y por lo que veo tenemos que celebrar, obviamente que tú con una malteada y las de