En "Lazos de Fuego y Hielo", el príncipe Patrick, marcado por una trágica invalidez, y la sirvienta Amber, recién llegada al reino de Helvard, junto a sus hermanos para escapar de un pasado tormentoso, se ven atrapados en una relación prohibida. En un inicio, Patrick, frío y arrogante, le hace la vida imposible a Amber, pero conforme pasa el tiempo, entre los muros del castillo, surge una conexión inesperada. Mientras Patrick lucha con su creciente obsesión y los celos hacia Amber, ella se debate entre su deber hacia su familia y los peligros que acarrea su amor por el príncipe. Con un reino al borde del conflicto y un enemigo poderoso como Ethan acechando, la pareja de su hermana Jessica, enfrenta los desafíos de un amor que podría destruirlos a ambos o salvarlos. (Historia basada en la época medieval)
Leer másNo quiero levantarme me duele tanto la cabeza que siento como si se me fuera a reventar, no quiero ni abrir mis ojos trato de nuevo de levantarme pero un par de brazos no me lo permiten.
Me paro de un brinco, y veo al hombre que está en la cama y de manera automática los recuerdos de la noche anterior me llegan.
Fiesta de cumpleaños, Restaurante, los tres hombres más guapos que he visto en mi vida, Discoteca, hotel, follada con uno de ellos y aquí estoy.
Dios, ese hombre debe de pensar que soy la mujer más fácil de este mundo.
Corro por toda la habitación en busca de mi ropa, solo quiero salir huyendo de aquí.
Cojo mis zapatos que es lo primero que veo, y mi vestido que está aún lado, veo una puerta que supongo es el baño y cuando veo que es así entro en él y sigo derecho a la ducha, el agua empieza a correr por mi cuerpo está caliente y eso hace que me relaje un poco, tomo el jabón para pasarlo por mi cuerpo, y siento cuando él me toma, y me da la vuelta de manera que quedo de frente a él y veo unos ojos negros como la noche.
Me carga y quedo a su misma altura, y hace que enrosque mis piernas alrededor de su cintura y me besa, trato de resistirme empujándolo para que me deje en el suelo, pero parece que lo que hago es aceptar una invitación para que él me tome, mi cuerpo responde a todos sus toques y caricias, trato de nuevo de apartarlo y juro que trato de resistirme, pero tener a ese hombre tan guapo basándome, y poder acariciar ese cuerpo musculoso me hace excitar demasiado, tanto que me dejo llevar por el placer que no me importa nada, solo quiero sentirlo igual solo es un desliz de un solo día, y dejo que me tome, bajo el agua cálida que recorre nuestros cuerpos.
Marcos, m****a ahora sí el cargo de conciencia me llega como un balde de agua helado en invierno.
Creó que él puede notar mi cambio de humor porque para por un momento y solo me mira.
-¿Que pasa preciosa? ¿quieres parar?
Nota que mi excitación está bajando de nivel pero el no lo permite, asi que me acaricia en lugares que me hacen encender de nuevo hace h y cuando siente que voy a llegar al clímax, para de acariciarme y el continúa haciendo lo suyo, y así con tanta facilidad hace que me vuelva a olvidar de todo.
Es tan erótico verlo, ver el agua correr por su cuerpo, las gotas caer por sus labios que dan ganas de saborearlo una vez más, todo en el de por si es muy sexy, sé qué no es de este país por sus rasgos árabes lo que hace más fácil para mí esto porque sé que no lo voy a volver a ver.
-Eres muy hermosa.
Me susurra en el oído, su acento me hace encender, lo beso y absorbe todo de mí cuando mis gemidos se tornan más fuertes, ahora si me vengo y es el orgasmo más espectacular que he tenido, él llega también justo después de mí esparciendo su semen sobre mi abdomen, Ve que miro lo que está haciendo y sonríe
-Te estoy marcando como mía, porque estoy seguro que vas a ser solo mía y de nadie más eso te lo puedo asegurar.
Lo miro, y así ya sin decir una sola palabra más, me baja y terminamos de bañarnos en silencio, pero puedo disfrutar las vistas que me ofrece de su culo apretado cuando me da la espalda, voltea la cara y me pilla observándolo.
-Te atraigo, como tú me atraes a mí desde que nos conocimos anoche.
-Bueno sería ciega si no me parecieras un hombre atractivo.
-¿Por eso viniste anoche conmigo, solo porque te parezco un hombre atractivo?, o porque querías bajar la tensión sexual que tenías, tu cuerpo me pedía a gritos que te follara y por eso te traje hasta aquí, porque sé que muy dentro de ti también lo querías.
Me molesta demasiado lo que dice, y más porqué es verdad, desde que lo vi me atrajo como un imán, pero eso no se lo tengo porque reconocer.
-Bueno de anoche no me acuerdo mucho, solo que vinieron tus amigos y tú con nosotras a la discoteca.
Bebimos, bailamos, y mi amiga se fue con uno de ellos.
-Si mi hermano se fue con la peli castaña, y mi amigo se fue con la pelinegra.
-Hay por Dios Susan, m****a creo que la dejamos sola en la discoteca nos va a matar.
Salgo del baño de prisa y me empiezo a vestir, necesito hablar con ella debe de estar muy enojada.
-No te preocupes te dije que mi amigo la llevo hasta su casa, hace un rato me confirmo que llego bien.
-Gracias por decírmelo, igual tengo que hablar con ella mi cabello esta mojado así que no me lo recojo.
-Ya pedí el desayuno, no tienes por qué irte tan rápido, parece que quieres huir de mí.
-No muchas gracias, mis amigas deben de estar preocupadas por mí, y no huyo de usted no tengo porque hacerlo, simplemente paso lo que paso y listo.
Voy de salida cuando el camarero entra con un carro lleno de comida, mi estómago empieza a rugir, y el olor que desprende es delicioso, me encantaría quedarme pero mejor me alejó de este hombre, así que cruzo la puerta sin mirar atrás.
Caminando hacia la salida del hotel, me doy de cuenta que esta hospedado en el mejor de la cuidad, quiere decir que debe de ser alguien con dinero, m****a no puedo creer lo que hice nunca he estado con alguien por una sola noche, si mi padre se llega a enterar me deshereda.
Cojo un taxi fuera del hotel, sin importarme siquiera quién me pueda ver, entro en él y le doy la dirección de mi apartamento, como queda cerca llego en diez minutos, abro la puerta y me dirijo hacia la cocina dejo el bolso en la encimera y voy directo hacia la nevera, me sirvo un poco de jugo de naranja bien helado, aún siento un poco de dolor de cabeza así que también me tomo una pastilla.
Busco mi celular dentro del bolso, y veo que tengo llamadas perdidas de Madelein, no puedo creer que haya dejado a mis dos amigas solas por él, por alguien al que no conozco, pero de Susan no tengo ni una llamada y es la que más me preocupa, justo cuando la iba a llamar entra la de mi padre estoy indecisa si contestar o no, porque me siento cansada pero aun así la tomo porque si no, estoy segura de que estará acá en unos minutos.
-Hola papá, como estas.
-Bien hija y tu como amaneces.
-Bien amanecí muy bien.
-Me alegro mucho por ti querida, tu madre va a ser una cena de cumpleaños para ti, así que estés lista a las ocho enviaremos por ti.
-¿Y ella porque no me llama?, supongo que Marcos también tendrá que ver con lo de esta cena.
-Bueno hija es tu novio, seguramente si tiene que ver tu mamá está ocupada y entusiasmada, y es bueno porque así esta entretenida en otra cosa, y no pensando donde está tu hermano, ¿has hablado con él? Llego del viaje que estaba haciendo, y no sabemos nada de él ni siquiera ha llamado, así que ella está preocupada.
-Veras que no tienen de que preocuparse papá, parece que no lo conocieras voy a dormir un poco anoche salí con las chicas y estoy agotada te quiero, y finalizo la llamada.
Ahí está pintado mi hermano, siempre hace sufrir a mi madre se desaparece y vuelve aparecer, del negoció de la familia no quiere saber nada todo lo deja tirado o a medias, luego me toca cubrirle la espalda y darle solución a su problema, es un cretino, mujeriego y vividor, pero esta vez si no se lo voy a dejar pasar.
Trato de llamarlo y lo intento dos veces pero se va a buzón, no insisto más y me voy a dormir.
Corro y nunca miro hacia atrás, voy por un camino totalmente desconocido para mí, hay muchos edificios muy altos y cruzo las calles sin ni siquiera mirar hacia los lados, estoy huyendo pero no sé de qué o de quién, hasta que tropiezo contra un pecho duro y fuerte, miro hacia arriba y veo a esos ojos negros sonrió, pero el no lo hace, solo me toma a la fuerza y me lleva.
Me despierto sobresaltada, ese sueño me deja muy nerviosa y no entiendo porque sueño con él, solo fue una noche, una estúpida noche nada más.
Tocan la puerta de mi apartamento de manera insistente, cuando abro veo a Susan que está muy hermosa.
-Bueno, ¿vas a ir a cenar con la reina de Inglaterra?, estas muy elegante le doy un abrazo.
-No voy a cenar con la reina, pero si a la cena de cumpleaños de mi mejor amiga, la cual vine a recoger pero por lo que veo se quedó dormida.
-Tomo la mano de Susan, y veo la hora en su reloj son las siete y media de la noche, corro rápido a la ducha y no me demoro ni diez minutos en ella, voy al armario y tomo un vestido color palo de rosa con brillantes adelante y la falda es lisa con pliegues en la parte de abajo, me pongo los tacones del mismo color y aprovecho que mi amiga está aquí para que me maquille y
peine, decido en que me realice un recogido alto.
-¿No me has contado que paso ayer? Creí que estabas muy molesta por haberte dejado sola.
-Al principio sí, pero unos de los hombres que estaban con nosotros me acompaño, se llama Omar al principio no quería irme con él pero al verme sola no tuve otra opción.
Me siento mal al haberlo dejado sola, es la más vulnerable de las tres y esto se lo tengo que compensar en algún momento.
-Lo siento, juro que no volverá a pasar no te dejaré sola de nuevo. ¿Y él se manejó bien contigo?, porque si te hizo algo podemos ir a denunciarlo o buscarlo y darle una paliza.
-No te preocupes se manejó bien, digamos qué más qué bien, fue muy caballeroso pero sabes qué no confío mucho en los hombres así.
Pero ya no hablemos de eso, lo importante es que nos divertimos, ¿y tú no me has contado cómo te fue con él otro?
Pero luego me lo cuentas llevamos más de quince minutos de atraso.
-Sí, solo déjame coger el bolso y salimos.
Cuando llegamos abajo, el chófer de mi padre estaba esperándonos
-Hola Roger.
-Señoritas, están muy hermosas.
-Gracias Roger.
Le doy un beso en un cachete y Susan en el otro entramos riendo al auto, le gusta mucho las muestras de cariño, desde que entramos al auto mi amiga esta en silencio y no aparta la mirada de la ventana, sé que le pasa algo que no me ha querido contar pero no la voy a presionar, voy a esperar que sea ella la que me lo cuente cuando se sienta preparada para hacerlo.
-¿Madelein va a estar en la cena?
-Claro ella nos está esperando en tu casa, me llamó hace un momento ya está allí.
Y eso fue de lo único que hablamos en todo el trayecto.
Llegamos a casa de mis padres, y voy directo hacía la sala dónde están esperándome, también está Marco y sus padres y por último Madelein, los saludos a todos de beso y cuando llegó donde mi amiga me susurra al oído qué debemos hablar, pero no nos da tiempo de hacerlo.
Marcos me abraza por detrás y me da un beso en el cuello, pero no me hace sentir lo mismo que ese hombre, que con solo tocarme me altera por completo con solo un roce de la punta de sus dedos.
-Discúlpame Made te la robó un momento, esta señorita aún no me ha saludado.
-Hola cariño, ayer estuviste con tus amigas toda la noche, creó que hoy pueden espesar un rato para hablar con ellas.
No se cómo actuar con él, me siento mal darle un beso o un abrazo después de lo que hice anoche, no me parece correcto no soy una mujer buena pero tampoco soy una perra.
-¿Estas bien, estás distraída te pasa algo?
-No todo está bien, solo no he dormido mucho, pero cuando acabe la cena iré a descansar.
-¿Quieres que te acompañe?
-No, necesito descansar y sabes que si tú vienes conmigo es lo último que haremos.
Le paso mis manos por el cuello y le coqueteo un poco, no quiero que se dé cuenta que le estoy sacando el cuerpo.
-Sabes que no tengo la culpa de no poder contenerme, tengo a la mujer más hermosa a mi lado.
Dios perdóname soy una mala mujer, tengo a un hombre que me ama a mi lado, y la cague porque no puedo negar que me gusto estar con él, que desde el día ayer se adueña de mis pensamientos y de mi cuerpo, porque aunque tengo a Marco a mi lado ya no siento ningún deseo por él.
Patrick se acercó a mí, cubierto de sangre y respirando con dificultad, pero con una sonrisa torcida en su rostro. Miró alrededor, viendo los cuerpos de los enemigos a nuestros pies, y luego volvió su mirada hacia mí, admirando lo que había logrado en medio del caos.—¿Quién hubiera dicho que mi princesa es tan letal como hermosa? —dijo con una sonrisa coqueta—. ¡Qué fuerza! ¡Qué valentía! Creo que mis enemigos ya no temerán tanto a mí, sino a ti.Mis mejillas se enrojecieron al escuchar sus palabras, sintiendo cómo la vergüenza me invadía. Patrick, sin embargo, parecía encantado con mi reacción, disfrutando de mi incomodidad mientras me elogiaba por lo que acabábamos de enfrentar juntos.Después de aquel terrible suceso, Jessica, David y yo quedamos eternamente agradecidos con Patrick. Él, en su nobleza, nos ofreció protección en el castillo. Jessica, con su hijo, encontró refugio en una habitación segura, mientras que David, tras demostrar su valor, fue nombrado miembro important
Esa noche, mientras Patrick y yo nos quedábamos a solas en nuestra habitación, la inquietud no me dejaba descansar. David tenía razón, no podía seguir ocultando la verdad. Si quería proteger a nuestra familia, tenía que contarle todo a Patrick. Pero el miedo me hacía dudar, no sabía cómo él lo tomaría ni qué consecuencias tendría.Patrick se dio cuenta de mi silencio, como siempre lo hacía. Me conocía demasiado bien.—Amber —dijo suavemente, mientras me acariciaba el rostro—, noto que algo te preocupa. Llevas días así. ¿Qué pasa?Sabía que no podía seguir evadiéndolo. Respiré hondo, tratando de calmar los nervios, y finalmente hablé.—Patrick, hay algo... algo que no te he contado. Algo de mi pasado, de nuestra familia, que nunca quise que supieras. Pero ya no puedo ocultarlo más.Patrick frunció el ceño, pero su mirada se mantuvo suave, esperando que continuara. Me sostuvo la mano, como si intentara darme fuerza.—Antes de llegar aquí, al norte, nosotros vivíamos en el sureste... en
Después de la muerte de Ethan, Jessica dio a luz a su hijo en la casa del pueblo. Lo nombró Aric, un niño hermoso con ojos claros que capturaban la atención de todos. A medida que Jessica se adaptaba a su nueva vida como madre, mi preocupación no dejaba de crecer. Sabía que en el sureste, si alguien se enteraba de la existencia del pequeño, no dudarían en hacerle daño. El miedo por él pesaba en mi corazón día tras día. Mientras tanto, Patrick había partido a la guerra, liderando su ejército en batallas decisivas. Los meses pasaron, y aunque las risas de Aric llenaban la casa, mi preocupación por Patrick no desaparecía. Me preguntaba cómo estaría, si volvería sano y salvo. Finalmente, después de una larga campaña, Patrick regresó victorioso. El reino lo recibió con vítores y respeto, celebrando a su héroe con una gran fiesta. Sabía que todos se reunían para festejar su triunfo, pero no pude unirme a ellos. Me quedé en mi habitación, el miedo por mi sobrino atrapando mis pensamiento
El aire en la cabaña frente a la cascada era frío, el sonido del agua cayendo a lo lejos se mezclaba con el susurro del viento entre los árboles. Sabía que este lugar era especial para mí, un refugio donde alguna vez había encontrado consuelo junto a Anwen. Y ahora, aquí estábamos, Patrick y yo, enfrentando un destino incierto, pero decidido.Patrick, con su mirada firme y decidida, me tomó las manos, notando la tensión en mi rostro.—Amber —dije, insegura—, ¿estás segura de que esto es lo correcto? Yo… no sé si puedo darte lo que mereces. No sé si puedo darte herederos, y no soy noble. Parece como si una maldición hubiera caído sobre mí… sobre mi vientre. No sé si podremos…Patrick no esperó a que terminara mi frase. Me miró con esa intensidad que me hacía sentir que no había nadie más en el mundo.—No me importa, Amber. No me importa si nunca tenemos herederos. No me importa si no eres de sangre noble. Lo único que me importa es estar contigo. Mi amor por ti no depende de esas cosa
La sensación de libertad que había comenzado a experimentar tras la muerte de Ethan me llenaba de alivio. Por fin, el miedo que me había perseguido durante tanto tiempo parecía haber desaparecido, y el futuro se veía más claro, más prometedor. Pero la realidad no tardó en mostrarme que, aunque un obstáculo había sido superado, otro aún más complejo y doloroso me esperaba: la familia de Patrick.No todos me aceptaban. A pesar de estar comprometidos, yo seguía siendo una simple sirvienta, una mujer sin nobleza ni riquezas, y eso era algo que su familia no estaba dispuesta a pasar por alto. El desprecio estaba siempre presente en sus miradas, en sus gestos, en sus palabras apenas disfrazadas de cortesía. Menos Roderick, el hermano mayor de Patrick, quien siempre había sido amable conmigo. Su esposa, Anwen, se había convertido en una de mis únicas aliadas dentro del castillo. Con ella podía hablar sin sentirme juzgada, y aunque la situación era difícil, su compañía me ofrecía un consuel
El rey, después de soltar a Patrick, se retiró a su trono y se dejó caer en el asiento con una mezcla de agotamiento y reflexión. Observó a su hijo durante unos segundos, recordando los días de su juventud, cuando su propia vida estaba marcada por decisiones que él no había tomado. Miró hacia la ventana, donde la luna iluminaba la noche, y por un momento, se dejó llevar por los recuerdos.—Cuando tenía tu edad, Patrick —comenzó el rey, su voz más suave, como si hablara para sí mismo tanto como para su hijo—, también fui atrapado en decisiones que parecían inevitables. No me casé con tu madre por amor, lo sabes bien. Fue una alianza, un pacto para unir nuestros reinos, fortalecer las tierras y asegurar nuestro futuro. Yo, al igual que tú, quería algo más. Quería casarme por amor, pero no tuve esa elección.Patrick lo miró en silencio, escuchando por primera vez a su padre hablar de su juventud con tanta sinceridad.—Tu madre y yo no nos amábamos al principio —continuó el rey—. Era una
Último capítulo