¿Qué tan lejos irías por conservar un lazo más fuerte que el amor? ¿Y si encontraras una sensación increíble con un ser del averno?
Leer másLabios ansiosos de amar, presionados contra el pálido cuerpo de un ser de las profundidades del infierno, era quizás, e irónicamente, lo más cercano al cielo que cualquiera podría atreverse a encontrar en la tierra, pero no todos los mortales están listos para entender algo así. Lo último que hizo Gabe cuando partió, fue dejar a sus padres una nota que decía "Por favor, no me busquen, estaré bien. Solo busco mi felicidad. Los quiero". Aun así, ignoraron los deseos de su pequeño hijo y llamaron a la policía para intentar localizarlo. Todo esfuerzo resultó totalmente infructuoso. Parecía que la tierra se lo había tragado. Sin sangre. Sin rastros de violencia. Sin llamadas telefónicas. Por lo que sus padres sabían, no tenía amistades turbias ni novia que les hiciera pensar que decidió huir con alguien a quien conocían. Sin duda, les h
A cada paso, Nina tenía que recordarse a sí misma que estar con un mortal solo le traería dificultades y que amar a alguien de esa especie la expondría a ser la burla de otros demonios, quienes seguramente la tratarían con gran desdén al enterarse de que un ser tan poderoso como ella misma se había atrevido a compartir por voluntad propia su energía sexual con un ser humano común y corriente. Pero aprendió a dejar de preocuparse por lo que pudieran pensar. Esperó pacientemente todas las noches para poder tener intimidad con el hombre al que le enseñó a disfrutar de los placeres del cuerpo. De ser simplemente una tarea diaria, sentir esa gruesa virilidad palpitando dentro de ella, fue el punto culminante de su día. Disfrutó olvidándose por un momento de su posición como una entidad energética poderosa, y simplemente se permitió ser una mujer disfrutando
Para la mayoría de los seres humanos que lo conocían, era otro joven perdedor, aparentemente sin talento alguno para poder tener algún tipo de relación significativa con una persona del sexo opuesto. Sus compañeros solían burlarse de él sin piedad alguna, diciendo que la única mujer que podría llegar a estar de acuerdo en tener algún tipo de acción sensual con él, tendría que ser artificial o producto de la imaginación de un artista, porque ninguna chica real, por muy desesperada que estuviera, accedería a tener sexo