Se durmió por un largo rato al no poder soportar más el agotamiento, la verdad no podía esperar llegar a una suave y cómoda cama para descansar apropiadamente. Abrió sus ojos, al escuchar el bullicio a su alrededor, y vio personas y vendedores ambulantes simplemente pasando el día de forma afable.
Finalmente, habían llegado al hermoso destino costero—Marbella. La transición de la ciudad a zonas rurales y la vista del océano en la distancia creaban una atmósfera de tranquilidad.
Mikhail continuó su camino y llegaron a un área donde solo se veían los muros de una amplia propiedad. En la entrada había un portero, quien inspeccionó el auto y sus ocupantes con ojos firmes.
"¿Cómo les puedo ayudar?" Preguntó el Beta—quien miró a Mikhail con sospecha.
"Tenemos una invitación de Quinn." Kayden le pasó la tarjeta que Alessio le había proporcionado. El hombre asintió y esta vez observó a Jun por breves segundos.
"Ustedes pueden pasar, pero él no."
Ambos lo miraron sorprendidos, y el homb