Capítulo 40: Decisiones apresuradas.
A la mañana siguiente esperé la salida de Gabriel del departamento y haría una de las locuras más grandes de mi vida, mucho más que irme a vivir con Greco aquella vez.
Llamé a Leandro y le propuse vernos en un café, uno diferente al que acostumbraba, no quería que Gabriel se enterara por casualidad de mi salida, ya le diría yo más tarde o quizás solo quedaría en un secreto entre mi amigo y yo.
Mensaje Leandro: ¿Dónde estás? Voy llegando.
Mensaje Alexandra: En una mesa alejada del resto, te espero. ─respondí. Pasaron alrededor de cinco minutos y el hombre llegó a mi mesa, llevaba un traje negro y unos lentes oscuros que, apenas se sentó, se los quitó para poder ver mejor.
Leandro esbozó una sonrisa y luego me miró.
─¿Y bien? ─preguntó─. ¿Por qué estamos aquí?
─Quería preguntarte dónde has encontrado a Greco. ─mencioné siendo directa─. Fue en Italia, ¿Verdad? ─pregunté nuevamente y, ante su completo silencio, me di cuenta de que había acertado, al parecer Greco era un poco predecible